sábado, 19 de marzo de 2011

Los siete sacramentos.


Cuán importantes son los sacerdotes. Ellos nos ayudan a lo largo de nuestra vida, lo mismo en las alegrías que en las penas, e imparten los sacramentos. Los sacramentos son siete:

- El Bautismo:

Es el primero, por el cual con la bendición del agua y la señal de la cruz, al echarlo por la cabeza del niño o de la persona que se bautiza entramos a formar parte de la Iglesia.

- La Confirmación:

Es el acto voluntario que hace el ya bautizado para reafirmarse en la fe de querer ser católico, pues cuando lo llevaron al bautizo lo llevaron sus padres por él, y esto ya es un acto personal y voluntario de reafirmación de la fe.

- La Penitencia:

Es el acto de humildad al reconocer nuestras faltas y pedir perdón al sacerdote, que representa a Jesús en la Tierra, para que nos perdone y corregirnos.

- La Comunión:

Es de los sacramentos más bonitos y más entrañables, pues recibimos a Jesús dentro de nuestro corazón. Para recibirla tenemos que estar limpios, sin pecados, y tenemos que pensar que somos sagrario, que llevamos a Cristo dentro. Al igual que en el sagrario se guarda en un copón la Sagrada Forma, al comulgar nosotros guardamos a Cristo dentro de nosotros. Y entonces tiene que pensar la persona que ha comulgado que no puede hacer el mal a los demás, y que tiene que procurar hacer una vida ordenada.

- El Matrimonio:

Hoy día la sociedad está devaluando el Matrimonio, pues olvidan que es un sacramento al que se va voluntario para formar una familia cristiana, tenerse bien, amarse y respetarse. Y hoy día, como digo, a los tres días de casarse ya algunas parejas están diciendo que se les acabó el amor y que se separan. Tienen que pensar que en el matrimonio hay temporadas en las que unas veces estás mejor y otras peor, pero hay que sobrellevarse y aguantar los envites de la sociedad y procurar que los problemas de fuera, de la calle, no repercutan en la unión del matrimonio.

Tenéis que pensar que es como un fuego al que hay que ir alimentando para que la llama no se extinga, pues si la llama se extingue es porque alguno de los dos cónyuges está fallando. Cada época en el matrimonio es diferente. Cuando se es más joven es más fogoso y activo; pero cuando van transcurriendo los años, el amor se muestra de otra manera: más tranquilo, más comprensivo, con más cariño de ayudarse el uno al otro hasta que llegue la hora que Dios quiera. En mi caso, el próximo mes de junio cumpliré 50 años de matrimonio. Por ese motivo estoy muy feliz y le doy gracias a Dios de que estoy rodeada de mi marido, de mis hijos y de mis nietos.

- La Orden Sacerdotal:

Este sacramento sólo lo realizan las personas que quieren servir a Dios convirtiéndose en sacerdotes. Aquellas personas que reciben el sacramento del orden hacen una vida austera y sacrificada para ayudarnos a los demás durante toda su vida. Tenemos que tomarlos de ejemplo por el bien que hacen a los demás de forma altruista, solamente por amor a Dios.

- La Extrema Unción.

Es el último de los sacramentos que podemos recibir en nuestra vida. Muchas personas tienen miedo de que les digan que les van a dar la extrema unción, pues piensan que ya se van a morir. Y, por el contrario, la extrema unción nos pone en paz y nos perdona todas las faltas de toda nuestra vida para que podamos morir en paz y esperar alcanzar la gloria eterna.

1 comentario:

  1. jejejejejejje trabajo de 5 paginas sobre la penitencia
    tkm Marta (L)

    ResponderEliminar

Gracias por participar en el grupo de oración.