Grupo 2

+ 15 minutos a las 7:00 a.m. +

    
      "Me estoy dirigiendo a vosotros y no os conozco, por eso os quiero explicar la idea que tengo por si os gusta y os unís a mí. Yo pienso que si varios de nosotros desde nuestras casas nos comprometemos a rezar por el bien de los demás, la oración alcanza mayor gracia que si cada uno reza de forma individual. La idea es que todos recemos a la misma hora para que la oración tenga más fuerza."

Lali Maíz

El Rosario se compone de cincuenta y cuatro cuentas, cinco grupos iguales de diez cuentas más una separada. En cada grupo se reza primero un Padre Nuestro por la cuenta separada y a continuación diez Ave Marías por las diez cuentas restantes del grupo. Así se hará con cada uno de los cinco grupos. Luego al final del todo se reza La Letanía.

Según los días de la semana, los lunes y los jueves se rezan los Misterios Gozosos, los martes y los viernes los Dolorosos y los miércoles, sábados y domingos los Gloriosos.

       Esto es importante porque cada vez que se empiece a rezar un grupo de los anteriormente mencionados se dice primero el título del Misterio que toque antes de proceder con las Oraciones.


- Misterios Gozosos:

Primero: La anunciación del Ángel San Gabriel a María.
Segundo: La visitación de la Santísima Virgen María a su prima Santa Isabel.
Tercero: El nacimiento del hijo de Dios.
Cuarto: La presentación del niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María.
Quinto: El niño perdido y hallado en el templo.


- Misterios Dolorosos:

Primero: La oración en el huerto.
Segundo: La flagelación del Señor.
Tercero: La coronación de espinas.
Cuarto: Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario.
Quinto: Jesús muere en la cruz.


- Misterios Gloriosos:

Primero: La triunfante resurrección de nuestro señor Jesucristo.
Segundo: La ascensión del Señor a los cielos.
Tercero: La venida del Espíritu Santo sobre el Sagrado Colegio Apostólico.
Cuarto: La asunción de la virgen María a los cielos.
Quinto: María coronada reina del Cielo y de la Tierra.


- Letanía a la Santísima Virgen María:

Esta es la oración más bonita y alegre, porque son flores y piropos que le decimos los cristianos como madre nuestra, y dice así:

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,

ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo,

Dios, Espíritu Santo,

Santísima Trinidad, un solo Dios,

Santa María,

ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de las Vírgenes,

Madre de Cristo,

Madre de la Iglesia,

Madre de la divina gracia,

Madre purísima,

Madre castísima,

Madre siempre virgen,

Madre inmaculada,

Madre amable,

Madre admirable,

Madre del buen consejo,

Madre del Creador,

Madre del Salvador,

Madre de misericordia,

Virgen prudentísima,

Virgen digna de veneración,

Virgen digna de alabanza,

Virgen poderosa,

Virgen clemente,

Virgen fiel,

Espejo de justicia,

Trono de la sabiduría,

Causa de nuestra alegría,

Vaso espiritual,

Vaso digno de honor,

Vaso de insigne devoción,

Rosa mística,

Torre de David,

Torre de marfil,

Casa de oro,

Arca de la Alianza,

Puerta del cielo,

Estrella de la mañana,

Salud de los enfermos,

Refugio de los pecadores,

Consoladora de los afligidos,

Auxilio de los cristianos,

Reina de los Ángeles,

Reina de los Patriarcas,

Reina de los Profetas,

Reina de los Apóstoles,

Reina de los Mártires,

Reina de los Confesores,

Reina de las Vírgenes,

Reina de todos los Santos,

Reina concebida sin pecado original,

Reina asunta a los Cielos,

Reina del Santísimo Rosario,

Reina de la familia,

Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Te rogamos nos concedas,

Señor Dios nuestro,

gozar de continua salud de alma y cuerpo,

y por la gloriosa intercesión

de la bienaventurada siempre Virgen María,

vernos libres de las tristezas de la vida presente

y disfrutar de las alegrías eternas.

Por Cristo nuestro Señor.

Amén.