domingo, 8 de mayo de 2011

Las cuatro virtudes corporales.


Queridos amigos internautas, hoy os voy a hablar de las cuatro virtudes corporales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Como todos sabemos los puntos cardinales son cuatro: norte, sur, este y oeste. Con ellos y mediante coordenadas podemos saber el lugar de cualquier punto del globo terráqueo.

Eso mismo nos pasa con las 4 virtudes cardinales, que según ellas podemos saber la situación y el estado de nuestra alma.

- Prudencia.

Esta virtud es importantísima, pues al faltar a ella cometemos muchos actos que perjudican a los demás. Unas veces por dejarnos llevar de la novedad o de la impaciencia, faltamos a la prudencia. Y otras veces ponemos en peligro nuestras vidas y las de los demás por no ser prudentes.

Jesús nos enseñó una parábola que nos lo ilustra muy bien. La parábola de las 10 vírgenes, 5 prudentes y 5 imprudentes. Todas ellas se prepararon para asistir a un banquete y llevaban en sus manos lámparas de aceite encendidas para alumbrarse esperando que llegara el señor de la casa. Como él tardaba se quedaron todas dormidas y de pronto se oyó un ruido y una algarabía anunciando que el señor de la casa había llegado. Todas se levantaron y vieron que sus lámparas se estaban apagando. Las prudentes habían cogido unas pequeñas botellitas de aceite y las echaron en sus lámparas, y las imprudentes no se entretuvieron en coger aceite y le pidieron a las otras que les dieran un poco del suyo. Estas les contestaron: “id a comprar vosotras un poco, porque si os damos el poco que tenemos nos quedaremos todas sin aceite”. Mientras las otras se fueron a comprar el aceite llegó el señor de la casa y las que estaban preparadas entraron en el convite, y las otras se quedaron fuera.

Los discípulos miraban a Jesús sin comprender qué quería decir esto. Y él les dijo que las 10 vírgenes representaban a la humanidad y el señor de la boda era Dios cuando venga al juicio final al final de los tiempos. Las que están preparadas con sus buenas obras y actitudes en la vida, entrarán en el reino de Dios; y las que han vivido anticipadamente, se quedarán fuera.

Como veis, esto explica perfectamente la virtud de la prudencia. De ser precavidos y acumular buenas obras.

- Justicia.

A todas horas escuchamos “me tienen que hacer justicia”, “quiero justicia”, “qué poca justicia hay”, “la justicia es para los ricos”. La palabra “justicia” se ha devaluado de tal manera que cada vez menos personas creen en la justicia, pues los que administran justicia unas veces por cansancio, por aburrimiento o apatía no se esfuerzan lo suficiente en buscar la justicia. Jesús explicó otra parábola para ilustrar este tema.

Había una pobre viuda de la que querían abusar quitándole lo poco que tenía. Y ella llamaba a la puerta del juez, pidiendo justicia. Pero él no le hacía caso, y ella en vez de desanimarse cada vez aporreaba más su puerta de día y de noche pidiendo que le hiciera justicia. Ya el juez cansado de oírla, dijo “voy a hacerle justicia, pues esta mujer no me deja comer, ni dormir, ni vivir”. Entonces Jesús les explicó que cuando tengamos necesidad de pedir algo que es justo, que insistamos e insistamos, recemos a Dios padre. Que si el juez le hizo justicia a la viuda por cansancio, Dios, que es nuestro padre, desde el cielo si lo pedimos con fe nos hará justicia.

- Fortaleza.

Muchas veces vemos a personas enfermas o disminuidas tristes y desamparadas y sin embargo las vemos con fortaleza y entereza, y nos dan ejemplo a los demás de su fuerza interior. Pensamos “¿cómo esta gente no se desespera y encima tiene fuerza?”. Esa es la fortaleza. Otras veces vemos a personas que cuidan de otras, ancianos, niños, enfermos, desamparados, con alegría y ¿sabéis por qué? Porque ellos ven a Cristo en el enfermo.

En este siglo tenemos muchos santos que han sido modelos de caridad con los demás. Por ejemplo Sor Ángela de la Cruz, que cuidaba de los enfermos, Fray Leopoldo de Alpandeire, la Madre Teresa de Calcuta. Todos ellos nos han dado un ejemplo de fortaleza. Y para que comprendáis un ejemplo de lo que es la fortaleza, imaginaos un árbol robusto que tiene grandes raíces enredadas en la tierra sosteniéndolo, y cuando vienen tiempos adversos y tempestades le rompen las ramas y las hojas se caen, pero el tronco permanece firme, y cuando llega la primavera brotan ramas del tronco y hojas verdes y en ellas los pájaros hacen sus nidos.

- Templanza.

Este mundo se ha puesto un poco agresivo. La gente tiene poca paciencia, grita y se enfada por tonterías, roban y atacan a los demás con malos tratos bien de palabra o de acción. Contra todas estas cosas tenemos que ejercitar la virtud de la templanza. Cuando nos empiecen a gritar o a faltar, tengamos la serenidad de callarnos hasta que se calme el contrario y luego si podemos le razonamos para hacerle ver que no tenía razón.

Si todos intentáramos cumplir con estas cuatro virtudes, haríamos entre todos un mundo mejor.

2 comentarios:

  1. EVANGELIO SEGUN SAN MATEO
    MATEO 15

    Lo que contamina al hombre

    Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
    ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.
    Respondiendo Él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
    Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
    Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
    ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
    Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
    Este pueblo de labios me honra;
    Mas su corazón está lejos de mí.
    Pues en vano me honran,
    Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
    Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
    No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
    Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
    Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
    Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
    Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.
    Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
    ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
    Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
    Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
    Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
    Mamá te pido perdón por lo que salió de mi boca y te ofendió.
    Te quiere tu hija.

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    1. Me encanta esto, què maravilla contar con estas cateuqeis, felicitaciones! Dios los siga bendiciendo-

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Gracias por participar en el grupo de oración.