sábado, 28 de mayo de 2011

La familia.


 Queridos amigos internautas:

Esta semana os quiero hablar del poder de la familia, pues es el tesoro más grande que tenemos los hombres.

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Lo hizo varón y hembra y les dijo: “creced y multiplicaos y poblad la Tierra”.

Para mí la familia es como un pequeño universo donde el sol representa al padre, la luna a la madre y las brillantes estrellas a los hijos. Todos tienen un sitio en el universo, todos son necesarios, todos se necesitan unos a otros y todos ellos se rigen por las leyes naturales.

La fuerza de la familia se me representa con la fuerza atómica. No hay nada en la Tierra que tenga más fuerza que el átomo. En el núcleo están los protones y los neutrones, que forman el núcleo, y en la órbita están los electrones, y todos ellos tienen su función.

También se me representa la familia con un caudaloso río de agua salvaje en el que se forman profundos remolinos y grandes rápidos llenos de espuma blanca. Estos rápidos forman cascadas y cataratas. A dos o tres kilómetros del cauce del río se oye el ruido ensordecedor de sus aguas y sus cascadas. Pero unos kilómetros más abajo la mano del hombre ha construido una inmensa presa y esas aguas salvajes y bravas se transforman en un tranquilo lago de aguas transparentes y azules, las cuales dan vida para regar los campos y abastecer de agua las ciudades.

Con este símil quiero decir cómo se va encauzando la vida de nuestros hijos ayudándoles a eliminar sus defectos y potenciar sus virtudes.

La familia es una sociedad perfecta donde en ella conviven varias generaciones, abuelos, padres e hijos. Todos son necesarios. Cada uno guarda su sitio y ayuda al bienestar común con su esfuerzo y su cariño. Pero si a un miembro de la familia le sucede algo o tiene algún problema, la familia se une como una piña y como un pulpo gigante con sus tentáculos abraza y ayuda al miembro que lo necesita.

Pero todo esto aun siendo tan importante y necesario, hay una cosa todavía más importante: es que en la familia a los niños desde pequeñitos se les enseña cómo amar a Dios. Esto me recuerda dos parábolas que les dijo Jesús a sus discípulos. La del grano de mostaza y la de la levadura.

La primera dice así. Había un hombre que tenía un huerto y quería sembrar. Entonces lo labró, lo fertilizó, lo regó y cogió una semilla de mostaza, que es la más pequeña de todas las que hay en la Tierra, tan pequeña como un grano de arena. Durante cierto tiempo este hombre la regó y la cuidó hasta que de esa semilla minúscula salió un árbol fuerte y poderoso tan recio que las aves del cielo anidaban en sus ramas.

La de la levadura dice así. Había una mujer que quería hacer pan y entonces cogió la harina suficiente y una pequeña porción de levadura. Lo amasó todo con agua y a las dos horas esa masa fermentó y se convirtió en masa para hacer pan, del cual salían dorados y blancos panecillos.

Con estas dos parábolas os quiero decir y explicaros que aunque la semilla de mostaza y la porción de levadura eran tan pequeñas, esa es la palabra de Dios que los padres van poniendo en el corazón de sus hijos. Y al cabo de los años dan su fruto como el árbol de mostaza y los panes.

Amigos, defendamos a la familia de los ataques de la sociedad y de algunas leyes injustas, pues la familia es la que mantiene al mundo. En ella hay amor, tranquilidad, se solucionan los problemas y si la familia se rompe nos volvemos egoístas y lo único que conseguimos es estar solos.

Y ahora para terminar os quiero poner la lectura del día de la Sagrada Familia, que me parece preciosa, y en ella se resume la esencia de la familia. Está sacada del Nuevo Testamento, Pablo Colosenses 3:

18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. 22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

Queridos amigos, os voy a hacer una pequeña confidencia. El próximo día 2 de junio, si Dios quiere, vamos a celebrar mi marido y yo en unión de toda la familia nuestras Bodas de Oro. Estamos muy ilusionados y animo a las parejas a que tengan paciencia en sus matrimonios y se sepan llevar sorteando todas las dificultades y que pueda más el amor que el odio.
  

lunes, 23 de mayo de 2011

Siete pecados capitales y oración a Cristo Crucificado


      Queridos amigos internautas, una semana mas aquí me tenéis, a petición de mi amiga Mª Jesús que quería que le buscase una oración a Cristo Crucificado y a sus cinco llagas, y por fin la he encontrado en un antiguo libro de oraciones, así que a continuación os la voy a escribir.

Se me ha ocurrido que antes de escribir la oración podíamos recordar los siete pecados Capitales que son:

1º Soberbia
2º Avaricia
3º Lujuria
4º Ira
5º Gula
6º Envidia
7º Pereza

Contra estos siete vicios hay siete Virtudes que son:
Contra la soberbia, esta la humildad.
Contra la avaricia, esta la generosidad.
Contra la lujuria, esta la castidad.
Contra la ira, esta la paciencia o serenidad.
Contra la gula, esta la frugalidad.
Contra la envidia, esta la indiferencia o conformidad.
Contra la pereza, esta la diligencia.

Toda estas virtudes, pienso que se las podemos ofrecer en sacrificio a Cristo Crucificado.


- Oración a Jesús Crucificado:

VEDME aquí, oh dulcísimo y buen Jesús, que postrándome ante vuestra presencia, os ruego y suplico con el mayor fervor de mi alma, os dignéis imprimir en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero arrepentimiento de mis pecados y propósito firmísimo de la enmienda, mientras que con gran fervor de espíritu y de dolor, considero y contemplo con la mente, vuestras cinco llagas, teniendo presente lo que de Vos, oh buen Jesús , decía ya, poniéndolo en vuestros labios, el santo profeta David: Taladraron mis manos y mis pies y contaron todos mis huesos.

- Invocaciones:

ALMA de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, puríficame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti. Para que con tus Santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

Espero que os guste y recéis esta oración a Jesús Crucificado, pues con todo mi cariño os la he puesto.

domingo, 15 de mayo de 2011

Los misterios luminosos.


 Queridos amigos internautas, esta semana os quiero hablar de los misterios luminosos, este ha sido uno de los últimos regalos que nos hizo San Juan Pablo II antes de morir, pues él vio que faltaba estos misterios donde se mostraba el poder de Dios.

Como todos los misterios del rosario son cinco:

- El Bautismo en el Jordán.
- La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
- La Transfiguración.
- La institución de la Eucaristía.

Esta semana el 13 de mayo fue el día de la virgen de Fátima, y me dio mucha alegría que coincidiera con la explicación de los misterios luminosos, pues un 13 de Mayo fue cuándo atentaron contra el papa San Juan Pablo II y la Virgen lo libró de la muerte. Él en agradecimiento fue a visitarla a Portugal y entre las muchas cosas que le llevó a la virgen le entregó la bala que le sacaron del atentado.

Como sabéis todos la Virgen de Fátima se le apareció a los tres pastorcillos que se llamaban Lucia, Jacinta y Francisco. La Virgen se apareció en Cova de Iría y les dijo a los niños que rezaran siempre el rosario y se lo dijesen a las demás personas para que así lo hicieran. Hay una canción que casi todos sabréis que dice:

- Himno a la Virgen de Fátima:

El trece de Mayo la Virgen María
bajo de los cielos a Cova de Iria
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Hay tres pastorcitos rodeados de luz
Visita a María, madre de Jesús
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
La madre nos vino a pedir oración
Pues solo Jesús nos da la salvación
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
De la agreste encina la Virgen hablo
Y a los 3 pastores tranquilos dejo
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Y de la señora el nombre indagaron
Del cielo la madre bien claro la escucharon
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Si al mundo quisieran de guerras librar
Haced penitencia por tanto pecar
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
La Virgen les manda el rosario rezar
Para que la guerra pueda terminar
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Con estos cuidados la madre amorosa
salvando a su hijos, viene cariñosa
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María
Ave, ave, ave María


- Primer misterio: El bautismo en el Jordán.

Vivía por aquel tiempo uno de los grandes profetas, más grandes que ha tenido la Cristiandad: San Juan Bautista, este era hijo de Santa Isabel, la prima de la Virgen María, y él anunciaba a todos los habitantes de Galilea, Samaría, Jordania y Jerusalén, que el Mesías estaba pronto a llegar, que se bautizaran y hicieran penitencia por sus pecados y se convirtieran.
Entonces iba a las orillas del Jordán a bautizar a todas las personas que querían convertirse, había una fila esperando para el bautismo y entre ellos iba Jesús, el hijo de Dios, cuándo lo vio San Juan le dijo: ¡Cómo yo te voy a bautizar a ti si yo no soy digno de desatarte la cuerda de tus sandalias!

A lo que Jesús le dijo: Hazlo.

Y en este momento una gran luz envolvió a Jesús iluminándolo y desde una nube se oyó una voz que decía: Este es mi hijo, el amado, ¡escuchadle!

Este fue el principio de la vida pública de Jesús, este tiempo duró tres años, que fue el tiempo que Él estuvo predicando el evangelio por todos los pueblos hasta que fue crucificado y muerto.


- Segundo misterio: La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.

Había una boda muy importante en Caná y habían sido invitados Jesús, María y los discípulos. En mitad de la fiesta, la Virgen María se dio cuenta de que se estaba acabando el vino, esto era una deshonra para los novios, entonces María le dijo a su hijo: ¡Hijo!, no tienen vino. Y después de hablar con su hijo, María dirigiéndose a los sirvientes les dijo: ¡Haced ahora lo que Él os diga!

Como en todas las casas era costumbre que en la puerta hubiera unas grandes tinajas de piedra que las llenaban de agua para lavarse los pies y las manos antes de comer, Jesús dirigiéndose a los criados les dijo: Sacar agua del pozo y llenar las tinajas.

Entonces, una vez que estaban llenas las tinajas, bendijo el agua y le dijo a los sirvientes: Coged una jarra y llevárselas al maestre para que lo pruebe.

Una vez lo hubo probado le dijo al novio: Todo el mundo saca primero el vino más bueno y cuándo la gente está más alegre le dan el malo, y tú has hecho lo contrario, has sacado primero el malo y luego el bueno.

El novio no comprendía ni sabía de donde había salido el vino, mas los criados sí lo sabían.

Este fue el primer milagro que Jesús hizo al empezar su vida pública.


- Tercer misterio: El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

Muchos son, los ejemplos que nos han dado los santos anunciado el Reino de Dios, también nosotros podemos extender el Reino de Dios con nuestras acciones y nuestra forma de vida, os voy a poner una de las muchas parábolas que Jesús nos explicó y que creo que viene bien con este misterio, “La parábola del hijo pródigo”.

Había un hombre muy rico, que tenía una hacienda muy grande y en ella vivía con sus dos hijos, y un día el hijo mayor le dijo al padre:

-Padre dame la herencia que me corresponde que me quiero ir a recorrer el mundo.

El padre se la dio y él se marcho muy contento, como llevaba dinero le rodearon falsos amigos que le llevaron a una vida de libertinajes ( juegos, borracheras y mujeres), cuando se le termino el dinero sus “amigos” se fueron y lo dejaron solo.

Vino una gran hambruna en el país y como tenía tanta hambre se fue a guardar a un campo unos cerdos, y él se comía las bellotas de los cerdos, entonces pensó:

-Volveré a casa de mi padre le pediré perdón y me quedaré a trabajar como su criado, pues en la casa de mi padre a nadie le falta ni comida, ni un techo donde cobijarse, y así lo hizo, se puso en camino.

Su padre todos los días al atardecer se asomaba a la puerta de su casa con la esperanza de ver regresar a su hijo, hasta que un día de pronto el anciano salio corriendo a abrazar a su hijo que iba vestido de mendigo, entonces su hijo le dijo:

-Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, no soy digno de llamarme hijo tuyo, quiero que me perdones y me dejes trabajar en tu casa.

El padre le besó y lo abrazó y dirigiéndose a un sirviente le dijo:

-Llevároslo, lavadlo, ponedle una túnica nueva, sandalias en sus pies, y anillos en sus dedos, matad al ternero cebón y hagamos una gran fiesta, pues mi hijo estaba perdido y lo he encontrado.

Cuándo regresaba el otro hijo de las labores de la finca oyó la música y preguntó que pasaba a lo qs, ye le respondieron que su hermano había regresado, y él con envidia le dijo a su padre:

-Padre, te he servido siempre, y nunca me has dado un ternero para que me lo coma con mis amigos, y en cambio se lo has dado a mi hermano.

Entonces el padre le respondió:

-Hijo, alégrate de que tu hermano ha regresado y no le tengas envidia, pues todo lo que tengo yo es tuyo, pues en verdad hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por cien justos que nunca han cometido un pecado


- Cuarto misterio: La Transfiguración.

Una mañana temprano, Jesús le dijo a Pedro, a Juan y a Santiago que les acompañaran a subir a lo alto del monte.

Cuándo llegaron a la cima, la cara de Jesús resplandecía como el sol, su túnica era blanca como la nieve y apareció a su derecha el Patriarca Moisés, y a su izquierda el Profeta Elías y entre ellos conversaban.

Al ver esto los discípulos cayeron en tierra asustados y le dieron a Jesús que si quería harían tres tiendas de campaña: Una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías, pues con este acto, Jesús dejo ver su gloria, acababan de terminar de decir esto cuando todo desapareció, y Jesús les dijo mientras bajaban del monte:

-No digáis nada a nadie de lo que habéis visto y oído, hasta que el hijo de Dios haya resucitado de entre los muertos.

Los discípulos no comprendían bien las cosas que Jesús le decía pero las guardaban dentro de su corazón.

Cuándo ya se acercaba la hora de su muerte en la cruz y mientras celebraba la ultima cena con sus discípulos Jesús tomó el pan, lo bendijo y se lo dio a sus discípulos:

-Tomad y comed, que este es mi cuerpo.

Y después tomando el vino dijo:

-Tomad y bebed que esta es mi sangre, sangre que será derramada sobre el antiguo y muevo testamento, haced esto en conmemoración mía.

En este momento Jesús no solamente nos dio sus enseñanzas sino que nos dio su cuerpo y su sangre para que nos sirva de consuelo, de protección y de amor. Así se dio comienzo a la Eucaristía.

Amigos internautas, espero que os haya gustado la explicación de los misterios luminosos, yo lo he hecho lo mejor que he podido, ¡Hasta la semana que viene si Dios Quiere!

domingo, 8 de mayo de 2011

Mi encuentro con el santo Padre Pío y San Juan Pablo II.


Por circunstancias de la vida, por enfermedades y problemas, hice una promesa de visitar la tumba del Santo Padre Pío y de San Juan Pablo II.

Después de hacerla, veía casi imposible poderla cumplir, pues no nos encontrábamos con fuerza mi marido y yo para ir a Roma los dos solos. Pero un día mi hija vino a decirnos que se habían puesto de acuerdo todos los hermanos para que si queríamos, me llevaban ella y su marido a cumplir la promesa. Al principio titubeé un poco, pero luego me animé y siempre le estoy agradecida de ver que gracias a ella y a su marido que me acompañaron, pude cumplir mi promesa. Ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Cuando estaba delante de ellos dos, las lágrimas rodaban por mi cara de emoción y alegría, de darles gracias por tantos favores y en silencio yo rezaba y hablaba con ellos.

Amigos, no desaprovechéis la ocasión de rezar a Jesús y a María mediante los Santos, pues tenemos unos buenos intercesores.

Cuando venía a España San Juan Pablo II en visita pastoral a celebrar la jornada de la juventud, de la familia, de los ancianos, hay algunas frases entre tantas como decía que se me han quedado grabadas. Una de ellas era:

“¡Abrid los brazos a Cristo y no tengáis miedo de ser Santos!”.

Eso lo repetía una y otra vez y la gente gritaba y le daba vivas. A los jóvenes les hablaba de lo importante que es ser joven y la fuerza que tiene la juventud para todo en la vida, y él les decía que él era un joven de 80 años. Los jóvenes vibraban con las palabras del Papa.

Y si era en las jornadas de las familias, les decía a estas que son la fuerza del mundo. Que en ellas se forjan todos los buenos valores, de cariño, de abnegación, de ayudarse unos a otros y decía que la familia era indestructible, que nunca destruyéramos las familias.

Y a los ancianos le oí decir una vez que anciano es el que no tiene ilusión por nada ni tiene ningún proyecto que hacer. Con eso nos animaba a los mayores a tener esperanza y ayudar en lo que podamos a los demás.

Son muchas más las frases que decía, pero estas son solo unas pocas para recordarle.

Hemos visto cómo después del atentado empezó el declive en su salud, pero aún así él siguió propagando la palabra de Cristo por el mundo. Ya moribundo la noche antes de su muerte que todo el mundo rezaba por él, la plaza de San Pedro estaba llena de fieles con velas encendidas y todos rezando. Y hay una última imagen que no se me puede olvidar ni a mí ni a miles de personas, cuando el día de su entierro al finalizar la misa él estaba en una caja de pino sencilla y simple y encima de su ataúd había un libro de los Santos Evangelios. La tarde estaba en calma y de pronto una suave brisa se levantó y empezó a mover las hojas del libro. Primero la tapa y luego hoja por hoja de un lado a otro cerraba el libro. Luego en el sentido contrario. Lo hizo como mínimo 5 veces, pero el libro no se movía de su sitio, sólo eran las hojas que pasaban de un lado a otro. Al ver esto, los que estaban allí presentes empezaron a gritar: “¡Santo súbito! ¡Santo súbito!”, que significa “¡Santo rápido! ¡Santo rápido!”.

Esto es a grandes rasgos un pequeño recuerdo de este gran Santo. Hemos tenido la suerte de conocerlo y ahora él espera desde el Cielo que le pidamos cosas.

Bueno, amigos, no sé si os interesan mis historias. Yo os las cuento con todo mi cariño, y como siempre no os olvidéis de rezar, que es el motivo de esta página: que recemos cada vez más.

Las cuatro virtudes corporales.


Queridos amigos internautas, hoy os voy a hablar de las cuatro virtudes corporales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Como todos sabemos los puntos cardinales son cuatro: norte, sur, este y oeste. Con ellos y mediante coordenadas podemos saber el lugar de cualquier punto del globo terráqueo.

Eso mismo nos pasa con las 4 virtudes cardinales, que según ellas podemos saber la situación y el estado de nuestra alma.

- Prudencia.

Esta virtud es importantísima, pues al faltar a ella cometemos muchos actos que perjudican a los demás. Unas veces por dejarnos llevar de la novedad o de la impaciencia, faltamos a la prudencia. Y otras veces ponemos en peligro nuestras vidas y las de los demás por no ser prudentes.

Jesús nos enseñó una parábola que nos lo ilustra muy bien. La parábola de las 10 vírgenes, 5 prudentes y 5 imprudentes. Todas ellas se prepararon para asistir a un banquete y llevaban en sus manos lámparas de aceite encendidas para alumbrarse esperando que llegara el señor de la casa. Como él tardaba se quedaron todas dormidas y de pronto se oyó un ruido y una algarabía anunciando que el señor de la casa había llegado. Todas se levantaron y vieron que sus lámparas se estaban apagando. Las prudentes habían cogido unas pequeñas botellitas de aceite y las echaron en sus lámparas, y las imprudentes no se entretuvieron en coger aceite y le pidieron a las otras que les dieran un poco del suyo. Estas les contestaron: “id a comprar vosotras un poco, porque si os damos el poco que tenemos nos quedaremos todas sin aceite”. Mientras las otras se fueron a comprar el aceite llegó el señor de la casa y las que estaban preparadas entraron en el convite, y las otras se quedaron fuera.

Los discípulos miraban a Jesús sin comprender qué quería decir esto. Y él les dijo que las 10 vírgenes representaban a la humanidad y el señor de la boda era Dios cuando venga al juicio final al final de los tiempos. Las que están preparadas con sus buenas obras y actitudes en la vida, entrarán en el reino de Dios; y las que han vivido anticipadamente, se quedarán fuera.

Como veis, esto explica perfectamente la virtud de la prudencia. De ser precavidos y acumular buenas obras.

- Justicia.

A todas horas escuchamos “me tienen que hacer justicia”, “quiero justicia”, “qué poca justicia hay”, “la justicia es para los ricos”. La palabra “justicia” se ha devaluado de tal manera que cada vez menos personas creen en la justicia, pues los que administran justicia unas veces por cansancio, por aburrimiento o apatía no se esfuerzan lo suficiente en buscar la justicia. Jesús explicó otra parábola para ilustrar este tema.

Había una pobre viuda de la que querían abusar quitándole lo poco que tenía. Y ella llamaba a la puerta del juez, pidiendo justicia. Pero él no le hacía caso, y ella en vez de desanimarse cada vez aporreaba más su puerta de día y de noche pidiendo que le hiciera justicia. Ya el juez cansado de oírla, dijo “voy a hacerle justicia, pues esta mujer no me deja comer, ni dormir, ni vivir”. Entonces Jesús les explicó que cuando tengamos necesidad de pedir algo que es justo, que insistamos e insistamos, recemos a Dios padre. Que si el juez le hizo justicia a la viuda por cansancio, Dios, que es nuestro padre, desde el cielo si lo pedimos con fe nos hará justicia.

- Fortaleza.

Muchas veces vemos a personas enfermas o disminuidas tristes y desamparadas y sin embargo las vemos con fortaleza y entereza, y nos dan ejemplo a los demás de su fuerza interior. Pensamos “¿cómo esta gente no se desespera y encima tiene fuerza?”. Esa es la fortaleza. Otras veces vemos a personas que cuidan de otras, ancianos, niños, enfermos, desamparados, con alegría y ¿sabéis por qué? Porque ellos ven a Cristo en el enfermo.

En este siglo tenemos muchos santos que han sido modelos de caridad con los demás. Por ejemplo Sor Ángela de la Cruz, que cuidaba de los enfermos, Fray Leopoldo de Alpandeire, la Madre Teresa de Calcuta. Todos ellos nos han dado un ejemplo de fortaleza. Y para que comprendáis un ejemplo de lo que es la fortaleza, imaginaos un árbol robusto que tiene grandes raíces enredadas en la tierra sosteniéndolo, y cuando vienen tiempos adversos y tempestades le rompen las ramas y las hojas se caen, pero el tronco permanece firme, y cuando llega la primavera brotan ramas del tronco y hojas verdes y en ellas los pájaros hacen sus nidos.

- Templanza.

Este mundo se ha puesto un poco agresivo. La gente tiene poca paciencia, grita y se enfada por tonterías, roban y atacan a los demás con malos tratos bien de palabra o de acción. Contra todas estas cosas tenemos que ejercitar la virtud de la templanza. Cuando nos empiecen a gritar o a faltar, tengamos la serenidad de callarnos hasta que se calme el contrario y luego si podemos le razonamos para hacerle ver que no tenía razón.

Si todos intentáramos cumplir con estas cuatro virtudes, haríamos entre todos un mundo mejor.

domingo, 1 de mayo de 2011

Mayo, el mes dedicado a las cruces y a la Virgen.


- Las cruces de mayo.

Queridos amigos internautas, en mitad de la primavera nos llega el mes de mayo, mes alegre y precioso dedicado a la Virgen María y a la cruz. El día 1 de mayo empieza con la festividad de San José Obrero y el día de la misericordia de Dios. Cuantas veces hemos invocado a Dios diciendo que tenga piedad y misericordia y nos ayude, en los problemas que tengamos y en las enfermedades. No dejemos de invocar la misericordia de Dios, pues Él nos escuchará.

Luego está el día de la cruz, pero esta cruz no es de tristeza de martirio y de muerte, es una cruz de gloria y resurrección, por eso en casi todas las ciudades ponen en plazas y calles una “Cruz de Mayo”. Hay dos capitales en Andalucía que se llevan la palma con las cruces de mayo, Córdoba y Granada. Si no conocéis estas ciudades ir a visitarlas en mayo y os quedaréis sorprendidos con la belleza y hermosura con la que ponen las cruces. En Granada en el Albaicín, en Puerta Nueva, en el Sacro Monte, por doquier. En Córdoba en las Tendillas, en los alrededores de la Mezquita Catedral, por todas esas calles ponen las cruces.

Os voy a explicar como ponen las cruces: Compran cientos de metros de tela de raso de muchísimos colores, cientos de kilos de alfileres y con las manos diestras y hábiles de hombres y mujeres van dando forma a la tela haciendo un trapeado, tablas y flores para formar retablos, que es el fondo de un altar. Delante se pone la cruz toda de flores, y a los pies de la cruz ponen las más bonitas y mejores macetas, hermosas canastillas y ramos de flores por doquier. También ponen velas encendidas, y hay una costumbre muy graciosa en Granada, que al final del altar colocan un Pero (una especie de manzana) con una tijera clavada en su centro. Eso significa que cuando la gente va a visitar una cruz, siempre hay alguien que dice: “Está muy bonita pero...”, entonces ellos ponen el pero para cortar todas las faltas o comentarios negativos que esa gente diga. A los pies de la cruz la gente baila, canta, come y reza, con esa gracia y ese duende que caracteriza a nuestra Andalucía.

- Mayo, el mes dedicado a María.

Y ahora os voy a decir la segunda cosa

El mes de mayo como os dije antes es el mes dedicado a la Virgen María, la iglesia escogió este mes porque es el mes de las flores. Por todas partes nacen flores, en los montes, en los valles, en las dunas de arena nace una azucena blanca con un olor muy penetrante, hasta en los bordes de las cunetas de las carreteras nacen flores.

Una vez me llevaron a un sitio que se llamaba Trevilla, que estaba un poco apartado, y nunca en mi vida he visto un espectáculo tan hermoso. Todo lo cubría una hierba fresca y verde, y de ella brotaban mil flores silvestres de múltiples formas y colores diferentes haciendo que aquello, ni el pintor más famoso lo hubiera podido pintar, ni las manos más hábiles pudieran haberlo bordado. Eso me hizo pensar en el poder de Dios al crear tanta belleza, pues no hay nadie capaz de crear una flor.

Antiguamente en cada casa se hacía un altarcito a la Virgen, en el mes de mayo, con unos cuantos libros y unas cuantas cajitas que se ponían en forma de escalera, se colocaba encima de una mesa y luego se cubría todo con un paño blanco. En la parte de arriba se colocaba una imagen de la Virgen, y el que no tenía imagen ponía una estampita de la Virgen. A los lados, en los escaloncitos hechos con los libros, se ponían unos floreros con flores naturales, y los que no tenían floreros ponían vasos de agua con flores, y en el último escalón se ponían jazmines frescos que se cogían todos los días.

Allí en familia, durante todos los días durante el mes de mayo, se rezaba el Santo Rosario, luego se leía una oración y al final se rezaban tres Ave Marías. También cada uno interiormente le pedía al Virgen tres gracias, a cambio, cada día le ofrecíamos una flor espiritual interiormente cada uno. Una flor espiritual significaba ofrecerle a la Virgen un sacrificio para cumplirlo durante ese día, y cada día se le ofrecía uno diferente.

Que pena que se hayan ido perdiendo estas costumbres, de ver reunidas a toda la familia rezando el Rosario ante la virgen. Hoy os voy a poner, por si lo queréis hacer este mes de mayo, la oración que rezábamos. Pues la tengo en un libro antiguo de mi abuela que me dejó a mi en herencia y la tengo como un gran tesoro.

- Madre Mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acordaos de mí, miserable pecador.

(Rezar aquí un Ave María)

- Acueducto de las divinas gracias, alcanzadme abundancia de lágrimas para llorar amargamente mis pecados.

- Reina del cielo y tierra, se mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos.

- Inmaculada Virgen, madre de Dios, alcanzadme de vuestro santísimo hijo, las gracias que necesito para mi salvación.

- Abogada y refugio de los pecadores, asistidme en el trance de mi puerta y abridme las puertas del cielo.

- Acordaos, ¡Oh Piadosísima Virgen María! Que jamás se oyó decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección implorando vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No despreciéis mis súplicas, oh madre de Dios, antes bien, escuchadlas acogedlas benignamente. Así sea.


Espero que esta oración os ayude y la recéis durante todos los días del mes de mayo.

Me despido de vosotros, espero que os haya gustado y la semana que viene os hablaré de la beatificación de Juan Pablo II.