Queridos amigos internautas, el domingo pasado celebramos que hace 21
siglos que por primera vez vino el Espíritu Santo sobre los
apóstoles.
Os voy a recordar como sucedió. Después de ascender Jesús a los
cielos, los discípulos se quedaron desorientados y temerosos al ver
que se habían quedado solos y pensaban como iban ellos a realizar la
misión que Jesús les había encomendado. Así que se reunían en el
cenáculo con las puertas y ventanas cerradas para que nadie les
hiciera nada y allí se lamentaban al no saber que camino tomar.
Era temprano aquella mañana de domingo cuando las calles y plazas de
Jerusalén estaban llenas de viajeros venidos de muchas ciudades de
Asia y de África, cuando de repente se levantó un viento muy fuerte
y se oyó un ruido muy ronco. Los allí presentes se sorprendieron y
buscaron para ver de donde provenía tal estruendo.
Los discípulos estaban reunidos con la Santísima Virgen María como
de costumbre con todo cerrado en el cenáculo y sintieron de pronto
que un viento los envolvía y la habitación se lleno con un gran
ruido y luego se formaron unas lenguas de fuego que se posaron sobre
cada una de sus cabezas.
Ahí se produjo el milagro. Entonces se les abrió el entendimiento y
comprendieron todas las enseñanzas que Jesús les había enseñado
mientras vivió con ellos. Recordaron las palabras que Jesús les
dijo “que después de el irse a los cielos les enviaría su
espíritu”(el Espíritu Santo paráclito que es la tercera persona
de la Santísima Trinidad).En ese momento salieron a las calles y
plazas de Jerusalén y empezaron a contarles a los allí presentes
de las maravillas de Dios y que Jesús el que habían crucificado era
el hijo de Dios. Ahí se produjo otro milagro, que cada uno de los
allí presentes oían lo que los discípulos les hablaban en su
propia lengua. La gente se quedaba sorprendida al ver que eran los
galileos que conocían eran gente que no sabían de lenguas.
En este mismo día de pentecostés se celebra la festividad de la
Virgen del Rocío (la Blanca Paloma) como símbolo del Espíritu
Santo. Este año oyendo yo desde mi casa la misa pontifical que se
celebra en la aldea de Almonte el domingo de pentecostés, al
explicar el evangelio un cardenal catalán que este año venia
invitado dijo estas ideas que la Virgen María siempre había
estado presente en todos los momentos importantes de la vida de Jesús
, especialmente en las tres pascuas que celebramos los cristianos.
- La primera es cuando el ángel del señor anuncio a María que era
la llena de gracia, la escogida por Dios para ser su madre, que si
ella aceptaba. Y al decir María el si el Espíritu Santo la envolvió
y puso en su vientre el comienzo de nuestra redención. Esa es la
Pascua de Navidad.
-La segunda pascua es la Pascua de Resurrección. Durante este tiempo
del nacimiento de Jesús hasta su muerte, la virgen ha estado
siempre a su lado. Unas veces de una manera más presente y otras
cuando comenzó su vida pública y ella se quedo en segundo plano. No
volvió a aparecer hasta que comenzó la pasión y muerte de Cristo.
Por haber resucitado Jesús a los tres días la llamamos Pascua de
Resurrección.
- Y ya por ultimo la tercera pascua que es la Pascua de Pentecostés
que es la venida del Espíritu Santo.
Amigos muchas veces nos olvidamos de rezar al espíritu santo y es él
el motor y el que sostiene a la iglesia. Él es el que nos empuja a
llevar una vida de santidad. Tengamos la costumbre de cada vez que
tengamos decisiones difíciles de tomar ya sean en nuestro trabajo o
en nuestra vida privada invoquemos la ayuda al espíritu santo para
que sepamos escoger el camino que mas nos conviene.
Así tenemos que pensar que cada persona de la santísima trinidad
tiene su significado.1º el padre es nuestro creador, 2º el hijo es
nuestro salvador que vino al mundo para redimirnos y 3º el espíritu
santo el que nos ilumina y nos ayuda cada día a ser mejores.
Amigos os voy a poner una oración para invocar al Espíritu Santo y
pedir su gracia
¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia de Pentecostés)
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
(Secuencia de Pentecostés)
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Tu que lo aclaras todo
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos.
Gracias Dios mio.
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos.
Gracias Dios mio.
Queridos amigos internautas espero que el espíritu santo nos ayude a
todos y sepamos ayudar a los demás y ser cada mejor. Con cariño
hasta la semana que viene.
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