jueves, 28 de junio de 2012

Milagro de los Panes y los Peces. Vida y martirio de San Tarsicio.



Queridos amigos internautas,

he pensado que hoy podíamos recordar el milagro que Jesús hizo de la multiplicación de los panes y los peces. A continuación os lo transcribo:

Pasó Jesús a la otra orilla del mar de Galilea, que es el Tiberíades, y le seguía una gran muchedumbre de gentes, porque veían los milagros que hacía con los enfermos. Subió Jesús a un monte y sentóse allí con sus discípulos. Estaba ya cerca la Pascua, día de gran fiesta para los judíos. Y como levantase Jesús los ojos y viese que venía a Él una gran multitud, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos panes para que coman todos éstos? Esto lo decía para probarle, pues bien sabía Él lo que había de hacerse. Felipe le respondió: No bastan para ellos panes por valor de doscientos denarios, para que cada uno reciba un poco. Le dice uno de sus discípulos. Andrés, hermano de Simón Pedro: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es esto para tanta gente? Y Jesús dijo: Haced que se siente la gente. Había mucha hierba en aquel lugar. Sentáronnse, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, habiendo dado gracias a su Padre, los repartió entre los que estaban sentados, y lo mismo hizo con los peces, dando cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los trozos que han sobrado para que no se pierdan. Los recogieron y llenaron doce cestos con los pedazos que habían sobrado, de los cinco panes de cebada, a los que comieron. Aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho decían: Éste es verdaderamente el Profeta que ha de venir al mundo. Y Jesús, conociendo que habían de venir a llevarle y hacerle Rey, huyó otra vez solo al monte.

Amigos, os voy a decir lo que yo pienso de cada una de las personas y cosas que participan en este evangelio. En primer lugar la figura central es la de Jesús. Él es el eje y la piedra angular de nuestra religión. Él con este milagro nos quiso decir que no tuviésemos vergüenza ni pudor no temor en pedirle cuantas cosas nos son necesarias en nuestra vida. Pues Él mejor que nadie sabe de nuestras necesidades tanto espirituales como terrenales. Él no quiere que pasemos calamidades. Por el contrario se alegra con nosotros cuando las cosas nos marchan bien o medianamente bien. Siempre tenemos que confiar en Él y Él nunca nos defraudará.

Segundo, los Apóstoles. Los apóstoles fueron las personas escogidas por Jesús para dar testimonio y ser las piedras sobre las que Jesús fundó su Iglesia. Ellos tuvieron la suerte de estar a su lado y ver las cosas que hacía, cómo curaba a los enfermos, cómo consolaba a los tristes y cómo enseñaba su doctrina. Ellos fueron como esponjas que se llenan de agua y ya de tan empapadas que están la derraman, pues así se llenaron de la gracia del Espíritu Santo, y cuando ya les rebosaba de su alma la esparcieron y la derramaron sobre todos nosotros.

Tercero, la muchedumbre que le seguía. Esta es una de las partes más hermosas de este milagro. Pues ellos representan a esa gran muchedumbre de hombres y mujeres que se entregan voluntariamente a Dios para amarle y ayudar al prójimo. Ellos son los que abandonan sus familias, sus casas, sus trabajos... lo abandonan todo para seguir la palabra de Dios. En este grupo se ven reflejados las monjas, los sacerdotes, los misioneros y tantas personas seglares que de una manera anónima y altruista dedican su vida para hacer el bien.

Cuarto, el muchacho que tenían los cinco panes de cebada y los tres peces. En este personaje nos encontramos la mayoría de las personas, que queremos seguir la palabra de Dios pero no confiamos plenamente en él y nos cubrimos las espaldas como se la cubrió aquel chico llevándose la comida por si donde fuera no pudiera comprar y le faltase. Eso es lo que tenemos que vencer para confiar más en la voluntad de Dios y ver que no necesitamos tantas cosas para ser más felices, sino por el contrario tener lo justo para vivir y ser más generoso con los demás.

Quinto, los panes y los peces. Desde la Biblia la figura del pan representa la ayuda de Dios como ayudó a los israelitas durante cuarenta años que estuvieron deambulando por el desierto en busca de la tierra prometida y para que no muriesen de hambre todas las noches caía el maná del cielo, que eran unos pequeños panecillos que cubrían las arenas.

También Jesús escogió el pan cuando instituyó la sagrada eucaristía en la última cena al bendecirlo y decir “tomad y comed que este es mi cuerpo”.

El simbolismo de recoger los doce cestos de panes después de todos haber comido significa que cuando Dios creó el mundo puso todos los recursos en la Tierra para que nadie pasase hambre, que todos comiéramos y nos saciáramos y al final sobrara. Esta es la gran injusticia de nuestro tiempo, que mientras unos lo tiran y lo desperdician otros mueren de hambre.


La vida y martirio de San Tarsicio

He creído oportuno como estábamos hablando del pan eucarístico, de este gran milagro, hablaros del primer mártir que hubo en la religión católica por defender la sagrada eucaristía. Creo que os gustará pues es una historia muy conmovedora.


SAN TARSICIO, mártir (+258)
Su fiesta se celebra el 13 de Agosto.

San Tarsicio es el Patrón de los Monaguillos y de los Niños de Adoración Nocturna. Por algo se le conoce como el Mártir de la Eucaristía.

Valeriano era un emperador duro y sanguinario. Se había convencido de que los cristianos eran los enemigos del Imperio y había que acabar con ellos. Los cristianos para poder celebrar sus cultos se veían obligados a esconderse en las catacumbas o cementerios romanos. Era frecuente la trágica escena de que mientras estaban celebrando los cultos llegaban los soldados, los cogían de improviso, y, allí mismo, sin más juicios, los decapitaban o les infligían otros martirios. Todos confesaban la fe en nuestro Señor Jesucristo. El pequeño Tarsicio había presenciado la ejecución del mismo Papa mientras celebraba la Eucaristía en una de estas catacumbas. La imagen macabra quedó grabada fuertemente en su alma de niño y se decidió a seguir la suerte de los mayores cuando le tocase la hora, que ojalá, decía él, fuera "ahora mismo".

Un día estaban celebrando la Eucaristía en las Catacumbas de San Calixto. El Papa Sixto se acuerda de los otros encarcelados que no tienen sacerdote y que por lo mismo no pueden fortalecer su espíritu para la lucha que se avecina, si no reciben el Cuerpo del Señor. Pero ¿quién será esa alma generosa que se ofrezca para llevarles el Cuerpo del Señor? Son montones las manos que se alargan de ancianos venerables, jóvenes fornidos y también manecitas de niños angelicales. Todos están dispuestos a morir por Jesucristo y por sus hermanos.

Uno de estos tiernos niños es Tarsicio. Ante tanta inocencia y ternura exclama lleno de emoción el anciano Sixto: " ¿Tú también, hijo mío?"
Y le dice: ¿Y por qué no, Padre? Nadie sospechará de mis pocos años.
Ante tan intrépida fe, el anciano no duda. Toma con mano temblorosa las Sagradas formas y en un relicario, las coloca con gran devoción a la vez que a la vez que las entrega al pequeño Tarsicio de apenas once años, con esta recomendación: "Cuídalas bien, hijo mío".

Sale fervoroso y presto de las catacumbas y poco después se encuentra con unos niños de su edad que estaban jugando
-"Hola, Tarsicio, juega con nosotros. Necesitamos un compañero".
- "No, no puedo. Otra vez será", dijo mientras apretaba sus manos con fervor sobre su pecho.
Y uno de aquellos mozalbetes exclama. "A ver, a ver. ¿Qué llevas ahí escondido?"
Debe ser eso que los cristianos llaman "Los Misterios" e intentar verlo.
Lo derriban a tierra, poniendo en su pecho los mozalbetes sus piernas con el fín de hacer fuerza de palanca para abrirle sus brazitos y arrebatarle las Sagradas Formas, le tiran pedradas, y Tarsicio no solo puso resistencia sino que Dios hizo el milagro de que quedasen sus brazos herméticamente cerrados de forma que no pudieron abrirselos jamás (ni siquiere después de muerto) siguen dándole pedradas, y va derramando su sangre. Todo inútil. Ellos no se salen con la suya. Por nada del mundo permite que le roben aquellos Misterios a los que él ama más que a sí mismo...

Momentos después pasa por allí Cuadrado, un fornido soldado que está en el período de catecumenado y que por eso conoce a Tarsicio. Los niños huyen corriendo mientras Tarsicio, llevado a hombros en agonía por Cuadrado, llega hasta las Catacumbas de San Calixto en la Vía Appia. Al llegar , ya era cadáver.

Desde entonces, el frío mármol guarda aquellas sagradas reliquias sobre las que escribió San Dámaso, "queriendo a San Tarsicio almas brutales de Cristo el sacramento arrebatar, su tierna vida prefirió entregar, antes que los Misterios celestiales"



Amigos, tengamos desde hoy como modelo de amor a la eucaristía a San Tarsicio, que a pesar de ser un niño dio su vida antes que la profanasen. Espero que os haya gustado la historia. Muchas gracias y hasta el próximo día.

jueves, 7 de junio de 2012

El Espíritu Santo.


Queridos amigos internautas, el domingo pasado celebramos que hace 21 siglos que por primera vez vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles.

Os voy a recordar como sucedió. Después de ascender Jesús a los cielos, los discípulos se quedaron desorientados y temerosos al ver que se habían quedado solos y pensaban como iban ellos a realizar la misión que Jesús les había encomendado. Así que se reunían en el cenáculo con las puertas y ventanas cerradas para que nadie les hiciera nada y allí se lamentaban al no saber que camino tomar.

Era temprano aquella mañana de domingo cuando las calles y plazas de Jerusalén estaban llenas de viajeros venidos de muchas ciudades de Asia y de África, cuando de repente se levantó un viento muy fuerte y se oyó un ruido muy ronco. Los allí presentes se sorprendieron y buscaron para ver de donde provenía tal estruendo.

Los discípulos estaban reunidos con la Santísima Virgen María como de costumbre con todo cerrado en el cenáculo y sintieron de pronto que un viento los envolvía y la habitación se lleno con un gran ruido y luego se formaron unas lenguas de fuego que se posaron sobre cada una de sus cabezas.

Ahí se produjo el milagro. Entonces se les abrió el entendimiento y comprendieron todas las enseñanzas que Jesús les había enseñado mientras vivió con ellos. Recordaron las palabras que Jesús les dijo “que después de el irse a los cielos les enviaría su espíritu”(el Espíritu Santo paráclito que es la tercera persona de la Santísima Trinidad).En ese momento salieron a las calles y plazas de Jerusalén y empezaron a contarles a los allí presentes de las maravillas de Dios y que Jesús el que habían crucificado era el hijo de Dios. Ahí se produjo otro milagro, que cada uno de los allí presentes oían lo que los discípulos les hablaban en su propia lengua. La gente se quedaba sorprendida al ver que eran los galileos que conocían eran gente que no sabían de lenguas.

En este mismo día de pentecostés se celebra la festividad de la Virgen del Rocío (la Blanca Paloma) como símbolo del Espíritu Santo. Este año oyendo yo desde mi casa la misa pontifical que se celebra en la aldea de Almonte el domingo de pentecostés, al explicar el evangelio un cardenal catalán que este año venia invitado dijo estas ideas que la Virgen María siempre había estado presente en todos los momentos importantes de la vida de Jesús , especialmente en las tres pascuas que celebramos los cristianos.

- La primera es cuando el ángel del señor anuncio a María que era la llena de gracia, la escogida por Dios para ser su madre, que si ella aceptaba. Y al decir María el si el Espíritu Santo la envolvió y puso en su vientre el comienzo de nuestra redención. Esa es la Pascua de Navidad.

-La segunda pascua es la Pascua de Resurrección. Durante este tiempo del nacimiento de Jesús hasta su muerte, la virgen ha estado siempre a su lado. Unas veces de una manera más presente y otras cuando comenzó su vida pública y ella se quedo en segundo plano. No volvió a aparecer hasta que comenzó la pasión y muerte de Cristo. Por haber resucitado Jesús a los tres días la llamamos Pascua de Resurrección.

- Y ya por ultimo la tercera pascua que es la Pascua de Pentecostés que es la venida del Espíritu Santo.

Amigos muchas veces nos olvidamos de rezar al espíritu santo y es él el motor y el que sostiene a la iglesia. Él es el que nos empuja a llevar una vida de santidad. Tengamos la costumbre de cada vez que tengamos decisiones difíciles de tomar ya sean en nuestro trabajo o en nuestra vida privada invoquemos la ayuda al espíritu santo para que sepamos escoger el camino que mas nos conviene.

Así tenemos que pensar que cada persona de la santísima trinidad tiene su significado.1º el padre es nuestro creador, 2º el hijo es nuestro salvador que vino al mundo para redimirnos y 3º el espíritu santo el que nos ilumina y nos ayuda cada día a ser mejores.

Amigos os voy a poner una oración para invocar al Espíritu Santo y pedir su gracia

¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia de Pentecostés)


Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Tu que lo aclaras todo
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos.
Gracias Dios mio.

Queridos amigos internautas espero que el espíritu santo nos ayude a todos y sepamos ayudar a los demás y ser cada mejor. Con cariño hasta la semana que viene.