Joaquín y Ana son los nombres que una tradición, que arranca del siglo II, atribuye a los padres de la Virgen María. Son dos nombres llenos de grandeza que se esconden en la sencillez y la humildad.
Ellos se acercaban al ocaso de la vida sin descendencia pero la tardanza no ahogaba los anhelos de Joaquín y Ana, porque seguían rezando con esperanza. Las oraciones de Ana fueron escuchadas y un ángel, según algunos el mismo de la Anunciación, se apareció a Ana en la Puerta Dorada del templo y le profetiza el nacimiento de una niña que se llamará María y sera la predilecta el Señor
- Mis nietos, y a través de ellos, los nietos de todos los demás:
Queridos amigos internautas hace unos días me dijeron mi nieta Marta y mi nieto Álvaro:
- Abuela, ¿por qué no hablas de los nietos?
Al principio me sorprendí, pero luego me puse a reflexionar y me decidí.
Lo primero que hago es dar gracias a Dios por haberme regalado mis seis preciosos nietos, esas pequeñas personitas que un día llegaron a este mundo para formar parte de nuestra familia.
Ellos son el eslabón de la cadena de la vida que unen el pasado con el futuro.
Mis nietos son mi alegría, mi felicidad, mi ilusión, mi consuelo, mi amparo, mi responsabilidad, mi sacrificio y mi esperanza.
Ellos han llenado mi vida y me hacen cada día más feliz. Cuándo los siento llegar a mi casa y dicen: ¡Abuela, que hemos venido a verte!, ¡Abuela! ¿cómo estás?, ¡Abuela te quiero mucho! o me abrazan y me dicen ¡Ay cuanto te quiero! Al oír estas palabras, mi corazón enfermo reboza de alegría y late tan rápido que no necesito el marcapasos para que vaya a buen ritmo.
Dios que es sabio y poderoso y tiene tanta misericordia y sabe hacer las cosas tan bien, cuándo ya nos hacemos mayores y nos empiezan a salir los achaques nos regala la ilusión de nuestros nietos, ellos son en ese momento muestro motor y nos impulsan a querer vivir.
Yo recuerdo cuándo nació mi primera nieta, ahora tiene 13 años, es preciosa, ,lista, buena es la que muchas veces yo le dicto la página y ella me la escribe para vosotros. Cuándo mi hija me la dio me dijo:
- ¡Cógela mamá! Yo la tuve en mis brazos y sentí una emoción tan grande que nunca la podré olvidar. Con mis brazos le hice la mejor cuna del mundo, me la apoyé en mi regazo y se quedó dormida, ahí estábamos las dos felices ella conmigo y yo con ella.
Como he dicho tengo seis nietos, tres chicas y tres chicos, entre los trece y los tres años. Cuándo nació mi tercera nieta Marina, a mi hija se le adelantó el parto, nació de seis meses y pesó 600 gramos, era tan pequeña que estábamos todos preocupados, pero fue una niña que llegó con muchas ganas de vivir y fue poco a poco superando los problemas que la vida le traía. Se hizo fuerte y es una niña sufrida y valiente y con una sonrisa preciosa.
Cuándo íbamos a verla en la incubadora mi marido y yo, le preguntaba: ¿Cómo es?, ¿cómo está?, ¿la ves más gordita?, y una enfermera buena se nos acercó y nos dijo:
- ¿Sois los abuelos de Marina?, a lo que le contestamos que sí, y ella nos dijo:
- ¿Usted no la puede ver?, y yo le conteste que no.
Y ella me dijo:
- Hoy la va a tocar usted.
Me quedé impresionada y temblorosa al saber que iba a tocarla. Me acercaron mi mano a la suya y entonces mi nieta me agarró el dedo meñique con tanta fuerza que no se soltaba de mi mano. En ese momento mis lagrimas rodaban por mi cara de felicidad y yo le enviaba todos mis pensamientos dándole mi fuerza y mi cariño. Terminaba la hora de la visita y ella seguía agarrada a mi dedo y ¡no me soltaba! Me dio pena tenerme que separar de ella...
Ahora os voy a contar otra anécdota que me pasó con mi segundo nieto Álvaro, que para mi a sido una de las grandes demostraciones de amor que me han echo en mi vida.
Tenía unos cuatro años, su madre me lo dejo conmigo y se puso delante de mí y me dijo:
- ¿Abuela no me puedes ver mi un poquito?
A lo que le contesté:
- No cariño.
Se quedó pensativo y de pronto me dijo:
- Yo te voy a dar un poco de mi vista, cierra los ojos abuela.
Cogió sus dos dedos indices y se los frotó por los parpados y entonces con mucho cuidado me los puso sobre mis ojos. Si ves un poquito mejor.
- Abuela abre los ajos haber.
De sentir ese amor de mi nieto le dije:
- Álvaro, parece que veo un poquito de claridad.
Y entonces él rápido empezó a repetir el mismo proceso para quereme dar su vista, y como temía desilusionarle le dije:
- Álvaro, con este poquito de vista me conformo.
Y él no paraba de abrazarme y de besarme.
Como veis, son cosas de hace muchos años, pero que no se me pueden olvidar y las guardo en mi corazón.
Luego me han llegado otros tres nietos a los cuales adoro y toda la familia esta contentísima con ellos.
Mi nieta me dice: ¡Abuela no te agaches yo te pongo los zapatos!
Y el chico con su media lengua me dice: ¡ Abuela vengo a bañarme!
Son muy obedientes y cariñosos.
Como veis he tenido mucha suerte con mis seis nietos, les encanta que les cuente historias, unas inventadas y otras verdaderas. Puedo estar horas contando cosas que no se cansan sobre todo a Marina que me dice:
- ¡Abuela cuéntame una historia!
Y cuándo ya tengo la boca seca de tanto hablar le digo:
¡Bueno que ya no puedo más!
Y mi nieta me dice: ¡Solo una más!
En todo momento procuro enseñarle a mis nietos lo que esta bien y lo que esta mal, y enseñarles la palabra de Dios para que cuando sean mayores recuerden todas estas enseñanzas. Ahora con buen criterio me han dicho que el 26 de Julio es le día de San Joaquín y de Santa Ana, patrones de los abuelos. En ellos nos tenemos que ver reflejados para ver sus virtudes y ver como ellos cuidaron y trataron con tanto cariño al niño Jesús. En los colegios hay un día dedicado a los abuelos, y ese día recuerdo con cariño como mi nieta me enseñaba las clases y los recreos, hacían teatros y comíamos juntas.
Espero que los que hayáis leído y os veáis reflejados en esta historia, que es la historia de mi vida, os deseo de todo corazón que lo mismo que me quieren a mi mis nietos os quieran a vosotros o igual un poquito más, si es posible.
Querida mamá,
ResponderEliminarMe ha encantado tu escrito de esta semana.Yo, que como sabes que tengo tan mala memoria, recuerdo a mis abuelos con mucho cariño. En mi memoria están todos los días de Reyes que con tanta ilusión preparaba la abuela Lali. La puerta de la habitación donde estaban todos los regalos no se podía abrir hasta que todos los nietos estabamos presentes ! y que ilusión Dios mío! no lo olvidaré nunca. También recuerdo a mi abuelo Antonio siempre estudiando y dedicado a sus pacientes, su vida entera la dió por ayudar a los demás, y creo que tú te pareces mucho a él, eres inteligente y dedicas tu vida a hacer feliz a los que te rodean. También recuerdo a mis abuelos paternos con mucho cariño, pero la imagen que tengo grabada de mi abuelo es la forma tan dulce y serena que decidió el Señor llevárselo a su lado. De mi abuela paterna rercuerdo su fuerza y su sentido del orden y de la limpieza.
Todas las personas dejamos huellas en otras, muchas veces ocurre sin darnos cuenta, pero ocurre.
A mí por ejemplo ,que aunque nunca te lo he dichome soy voluntaria de Proyecto Hombre, me dejan huella "MIs chicos" como yo los llamo. Aprendo siempre que estoy con ellos. De cada una de sus historias aprendes a valorar cada detalle de sus vidas. Sus situaciones personales son diferentes, pero sus historias son siempre las mismas. Muchos de ellos cuaqndo ahora los veo tan bien te reconforta saber que quizás he podido contribuir con un granito de arena a mejorar su vida y la de sus familiares.
Tú eres mi ejemplo a seguir, aunque nunca estaré a tu altura lo intento, unas veces con mas fortuna que otra.
>Te quiere tu hija.
Mª del Mar.
Hola abuela, te quiero un monton y eres la MEJOR abuela del mundo con MUCHA diferencia, siempre me has cuidado y cada vez que te pregunto algo como por ejemplo ir a tu casa dices que si y me encanta, siempre escuchas a todo el mundo, y te gusta un monton que este contigo y que paseemos x tu casa, y q vea las novelas y te diga que pasa cuando no hablan y como son los personajes y todo eso, me gusta muchiiiisimo hablar contigo de todo, porque se que tu me escuchas y los secretos los guardas, no puedo expresar con palabras todo lo que te quiero porque es imposible, eres cariñosa, buena persona, amable, bondadosa...
ResponderEliminarYo siempre que necesites algo estare ahi para atenderte, para cuidarte, darte besos, y quererte muuuuuuuuuuuuucho, igual que haces tu conmigo, eres genial y para mi tu cuando ya no estes aqi 8espero q sea cuando tengas unos 115 años como poco) seras una Santa y que cuando sea Santa Eulalia se haga una gran fiesta en toda Europa recordandote, y que en la iglesia que hay en Lourdes tu foto este junto a la de todos los demas Santos.
Tequiero muuuuuucho Marta