jueves, 6 de diciembre de 2012

Felicitación navideña. Diario de mi último embarazo.


Nuestra Señora del buen parto y la buena leche          

Queridos amigos internautas, hoy quiero compartir con vosotros un pequeño diario que escribí hace 33 años cuando estaba embarazada de mi quinto y último hijo.

Por problemas del embarazo, tuve que ser hospitalizada en el Hospital Civil de Málaga cerca de 3 meses.

Durante esos meses de tristeza y sin sabores, tuve que adaptarme a esta nueva situación. Mi habitación era muy pequeña. Tenía un armario, un lavabo, una mesita, una ventana y lo único que era grande era la cama. A través de la ventana veía los montes de San Antón, un pedazo de cielo y a lo lejos unas casa que de noche se iluminaban.

Mi ánimo se puso por los suelos de estar allí sola y al mirar el trozo de cielo si estaba yo un poco más alegre lo veía yo de un azul tan radiante y claro como el color del manto de la Purísima, pero si estaba triste, al igual que mi alma , el cielo cambiaba y se ponía gris. En los días de gran soledad y tristeza, cuando de mis ojos brotaban las lágrimas a raudales y rodaban por mis mejillas, el cielo se ponía tan oscuro y negro que derramaba la lluvia y se deslizaba por el cristal de mi ventana.

Amigos ya estamos en Adviento. Esta época maravillosa del año en que todos nos preparamos nosotros y nuestros hogares para celebrar la navidad. Durante esta época del año, todos queremos ser mejores e intentamos que reine la armonía en nuestros hogares y preparamos nuestra alma para limpiarla de todo pecado para celebrar con júbilo la noche de noche buena.

Durante el tiempo que estuve en el hospital empecé a escribir el diario que luego os pongo. En él escribía todo lo que me sucedía a diario. He creído oportuno contaros esto para que todas vosotras que estéis ahora en cinta o lo habéis estado, recordéis vuestros pensamientos y diálogos que tuvisteis con vuestros hijos antes de nacer. Quiero que esta sea mi felicitación de navidad y desearos que al igual que reinaba la paz y la felicidad en aquel pesebre cuando nació Jesús, esa misma felicidad se traslade a todos vuestros hogares y todos nos arrebujemos alrededor de María y José contemplando al niño.

A continuación os escribo el diario espero que os guste y que paséis unas felices fiestas.

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